TEORIA DEL ORIGEN DE LAS ESPECIES
La especie es la unidad en que categorizamos a todos los seres vivientes, incluido el hombre (Homo sapiens).
A pesar de que Darwin tituló su libro más importante con el encabezado
de esta sección, y de que propuso a la selección natural como el
mecanismo causante de los cambios que una especie puede experimentar,
prácticamente no discutió el origen de las especies en sí y no dio
ejemplos de cómo una especie puede dar origen a dos o más. Su esfuerzo
más grande se centró en demostrar que las especies eran entidades muy
variables, sin límites bien definidos, a las cuales la selección natural
modifica constantemente, es decir, que las entidades reconocidas por el
hombre como especies constituían unidades artificiales.
El concepto más adecuado para describir a una especie es el conocido como concepto biológico de especie,
que la define como una población o serie de poblaciones de organismos
entre los cuales ocurre un flujo genético libre en condiciones
naturales, es decir, que los individuos de esa (s) población (es) pueden
cruzarse libremente y tener progenie fértil en las condiciones del
ambiente en el que viven. Por contraposición, los individuos de una
especie no pueden cruzarse libremente con los de otra.
El hecho de que el cruzamiento entre los individuos debe darse en
condiciones naturales es de especial importancia, ya que lograr que dos
individuos pertenecientes a especies diferentes produzcan progenie en
condiciones controladas por el hombre, no demuestra que se trata de la
misma especie. El ejemplo mejor conocido al respecto es el de la cruza
en zoológicos de dos especies que consideramos diferentes, como leones y
tigres, los cuales son dos especies cercanamente relacionadas del
género Panthera (P. leo y P. tigris). Se han obtenido, por medio
de inseminación artificial, "tigrones" (cruza de tigre y leona) y
"leogres" (cruza de león y tigresa). Lo anterior no quiere decir que
leones y tigres pertenezcan a la misma especie, ya que hay una serie de
elementos que impiden que ellos se crucen en condiciones naturales. Sus
áreas de distribución son muy diferentes: el león es fundamentalmente
africano y el tigre, asiático. Aunque dichas áreas se sobreponen en el
noroeste de la India, nunca se ha encontrado un tigrón ni un leogre en
la naturaleza porque los hábitos de ambas especies son también muy
diferentes. Los leones tienen hábitos sociales, forman familias, cazan
en grupo y habitan terrenos abiertos, como las sabanas. Los tigres, por
el contrario, son de hábitos solitarios y prefieren ambientes selváticos
o boscosos.
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